viernes, 17 de octubre de 2014

HISTORIA DE UN ANCIANO QUE PEDÍA AYUDA

En la clínica de un cirujano famoso cordiologo, entra la secretaria al consultorio de este y le dice que un anciano muy pobre deseaba consultarle recomendado por un medico del hospital publico.

El medico le dice que hablara con el una vez que haya atendido a todos los clientes son cita medica.
Después de dos horas de espera, el medico recibe al anciano y este le explica la razón de su visita: el medico del hospital publico me ha enviado a usted porque únicamente un medico de su prestigio podría solucionar  mi problema cardíaco y en su clínica poseen equipos suficiente como para llevar a cabo esta operación.
El medico ve los estudios y coincide con el colega del hospital publico. Le pregunta al anciano  con que compañía de Seguros se aria operar. Este le contesta..... Ahí esta el problema Dr. Yo no tengo seguro social y tampoco dinero. Como vera, soy muy pobre y para peor, sin familia, lo que pido se que es mucho, pero tal vez entre sus colegas y usted puedan ayudarme....
El medico no lo dejo terminar la frase. Estaba indignado con su colega del hospital. Lo invito de regreso con una nota expicandole  que su Clínica era privada y de mucho prestigio, por lo tanto no podía acceder a su pedido. El había estudiado y trabajado durantemente estos años para abrir su clínica y ganar el prestigio y los bienes que tenia. 
Cuando el anciano se retiro. El medico se percato de que este había olvidado una carpeta con unas poesías y una frase suelta que le llamo mucho la atención. La frase decía: "El órgano que mejor habla es el corazón y firmaba Hermogenes Fauyert Esta frase le gusto mucho al medico, pero lo que mas le gusto fue el nombre del autor de la frase, Hermogenes Fauyert.
Le hacia recordar su juventud pues en primaria la maestra les leía sus hermosos cuentos infantiles. En la secundaria, la profesora de Literatura les enseñaba bellisimas poesías y fue con una de ellas que, al dedicarlo a una de sus compañeras, se enamoro y esta fue su primera novia, "Como olvidar todo eso si fue parte de lo mejor de su infancia".
A la mañana siguiente, al finalizar la jornada, la secretaria entro al consultorio con el periódico vespertino y confundida le dijo al medico, "¿Se ha enterado, doctor? Hoy han encontrado muerto a "Hermogenes Fauyert" en un banco de la plaza del ayuntamiento, tenia 88 años el pobre, El medico suspiro de pena y contesto: "Hombres como el no deberían morir nunca, Que dios lo tenga en paz, me hubiera gustado conocerlo.......
Pero, ¡como! ¿no lo recuerda?, le dijo la secretaria y mostrandole la fotografía del periódico le dice; Era el pobre anciano que vino la semana pasada a consultarle. Era un conocido escritor, solicitario y bohemio. No tenia parientes y.... El medico no la dejo terminar. Le pidió que se retirase y sentándose con los brazos cruzados en el escritorio, lloro. 
 Lloro como nunca lo había hecho, como el niño que lleva escondido en su alma. Largo tiempo estuvo en el silencio de su consultorio. Luego, mientras secaba las lagrimas de su escritorio, saco delicadamente la imagen de Cristo que estaba debajo del cristal y, después de besarla, la guardo en un cajón mientras decía "Perdón Señor, no soy digno de Ti, no soy digno de que me mires. Todo lo que tengo, Te lo debo. Me enviaste a un pobre y me hablo con la voz del corazón. yo lo escuche con el oído del egoísmo... mi vergüenza en grande..... Perdóname Señor.
Con el correr de los años, la Clínica Hermogenes Fauvert, como se denomina desde entonces, se hizo muy famosa. El medico habilito un sector para la atención de los pacientes sin seguro medico y el personalmente practica las operaciones.

¿Cuantas veces nos habrá pasado lo mismo a nosotros? Nos han hablado con el corazón y hemos oído..... y hemos sido egoístas con nuestros hermanos. AMA A TU PROGIMO COMO A TI MISMO DICE EL SEÑOR.












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